El cálculo de Friedewald es un método común para determinar la lipoproteína de baja densidad (LDL-C) en el laboratorio clínico. El LDL-C se obtiene como: colesterol total (CT) menos colesterol de lipoproteína de alta densidad (HDL-C) menos triglicéridos (TG)/5, pero el método solo aproxima el LDL-C y está sujeto a limitaciones bien establecidas. Aunque los niveles de LDL-C calculados en pacientes sanos se correlacionan bien con el LDL-C medido directamente, no coinciden en pacientes con trastornos lipídicos, diabetes, enfermedad coronaria u otra enfermedad aterosclerótica.
Además, la ecuación de Friedewald muestra limitaciones bajo ciertas condiciones ya que el cociente (TG)/5) se utiliza para estimar la concentración de colesterol de lipoproteína de muy baja densidad (VLDL-C). Supone que prácticamente todos los triglicéridos plasmáticos se transportan en VLDL, y que la relación TG / VLDL-C es constante en aproximadamente 5:1.
La ecuación de Friedewald no se utilizará en las siguientes circunstancias:
- Concentración elevada de triglicéridos >400 mg/dL (4,5 mmol/L).
- La presencia de quilomicrones (que contienen proporcionalmente menos colesterol en relación con los TG que las VLDL) conduce a una sobreestimación del colesterol VLDL y a una subestimación del colesterol LDL.
- Niveles elevados de VLDL.
- En pacientes diabéticos.
- En daño hepático severo.
- En mujeres posmenopáusicas, ya que la terapia hormonal aumenta los triglicéridos (TG) y el colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL-C) y altera el contenido lipídico de las lipoproteínas.
- En la obesidad o en el síndrome metabólico.
- En pacientes con lipoproteína (a) aumentada (> 50 mg/dL) ya que el LDL- C calculado también contiene un aporte del colesterol presente en la lipoproteína (a).
Dado que la ecuación es propensa a imprecisiones en concentraciones altas de VLDL, LDL-C bajas y/o TG altas, los estudios recomiendan precaución al utilizar la ecuación de Friedewald en condiciones patológicas que resultan en alteraciones de los lípidos, como diabetes, síndrome metabólico, enfermedad renal y daño hepático grave.
Debido al aumento de la tasa de diabetes, síndrome metabólico y otras alteraciones de los lípidos por un lado y la reducción de los objetivos de tratamiento de LDL-C en pacientes con alto riesgo cardiovascular por otro lado, las herramientas clínicas precisas y exactas se vuelven aún más importantes. Los ensayos directos para LDL-C representan avances tecnológicos notables con un gran potencial para mejorar el análisis de lipoproteínas.
Autor: Daniel E. Ramírez Asmat