Los equipos de laboratorio son inversiones costosas y esenciales para el correcto funcionamiento de un centro de diagnóstico. Un mantenimiento adecuado no solo prolonga su vida útil, sino que también evita fallas inesperadas que pueden retrasar los análisis y comprometer la calidad de los resultados.
- Inspección y limpieza periódica: La acumulación de polvo, residuos químicos y humedad puede afectar el rendimiento de los equipos. Es recomendable realizar limpiezas diarias con productos adecuados y verificar regularmente el estado de filtros, sensores y partes móviles.
- Calibración y ajuste de equipos: Los equipos como analizadores hematológicos y bioquímicos deben ser calibrados periódicamente para garantizar mediciones precisas. Se recomienda seguir las indicaciones del fabricante y utilizar soluciones de control de calidad para verificar su correcto funcionamiento.
- Revisión de software y actualizaciones: Muchos equipos modernos dependen de software para su operación. Mantener estos programas actualizados y realizar revisiones periódicas evita errores en el procesamiento de datos y asegura compatibilidad con nuevas metodologías.
- Verificación de partes mecánicas y electrónicas: Motores, cables, conexiones y sensores deben ser revisados de manera preventiva. Un fallo en alguna de estas partes puede generar errores en los análisis o incluso la detención total del equipo.
- Registro de mantenimiento y planificación de revisiones: Llevar un registro detallado de cada mantenimiento realizado permite detectar patrones de desgaste y planificar intervenciones antes de que surjan problemas mayores. Un cronograma de mantenimiento preventivo es clave para evitar fallos imprevistos.
Invertir en mantenimiento preventivo garantiza la durabilidad y precisión de los equipos de laboratorio. En Droguería GD, ofrecemos asesoría y repuestos originales para mantener tus equipos en óptimas condiciones. ¡Consulta con nosotros y protege tu inversión!